¡Hola a todos/as!
¡Por fin os traigo la reseña que os prometi!
Porque hoy quiero hablaros de la novela “Aunque llueva fuego” de Beatriz Esteban (La Galera, 2018), y en concreto de su protagonista. Arielle vive en la Francia de 1950 y la historia nos lleva por diferentes momentos de su vida. Desde el principio, nos damos cuenta de que su vida va a estar marcada por un secreto, y es que desde muy pequeña descubre que tiene capacidad de mover objetos con la mente.
Después de leer esto, puede que os preguntéis ¿por qué os hablo de esto desde la psicología si parece el argumento de una novela de ciencia ficción? Y es porque la sensibilidad de Arielle y sus emociones tienen mucho que ver con el efecto que tienen sus poderes. Se puede decir que la telequinesia en esta historia funciona como una metáfora de cómo funciona y sobre todo de cómo nos afecta la ansiedad.
Pero, ¿qué es exactamente la ansiedad?
Existen muchos tipos de trastornos de ansiedad, el caso de Arielle creo que encajaría en la “ansiedad generalizada” porque se mantiene en el tiempo y afecta a diversas situaciones. Este trastorno de ansiedad se manifiesta de acuerdo con los manuales psicológicos (en concreto DSM-IV) en los siguientes comportamientos:
- inquietud o impaciencia
- fatigabilidad fácil
- dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
- irritabilidad
- tensión muscular
- alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)
El manual establece que el diagnóstico se establece cuando la persona con esta preocupación excesiva presenta además tres de estos comportamientos. Es el criterio estándar pero la decisión del terapeuta también influye mucho en estos casos.
Centrándonos de nuevo en nuestra protagonista, si habéis leído el libro, es probable que reconozcáis que la inquietud, la irritabilidad, la tensión muscular o incluso la fatiga son comportamientos que aparecen a menudo en Arielle tras los “episodios” con sus poderes.
Este es uno de los motivos por los que creo que Beatriz refleja tan bien la ansiedad en este libro. Pero hoy sobre todo quisiera centrarme en cómo afronta Arielle la situación con sus poderes, y qué podemos aprender nosotros de ella para afrontar la ansiedad, que ya hemos visto que en cierto sentido puede ser una situación similar.
Las “armas” de Arielle:
Lo primero que me gustaría destacar es la figura de Chardin: el mentor, que ayuda a Arielle a “canalizar” sus poderes. Salvando las distancias fantásticas, creo que Chardin puede funcionar como un psicólogo en el sentido de que en ningún momento pretende “curar” a Arielle y que la telequinesia (en nuestro caso la ansiedad) desaparezca, sino que su papel es aportarle herramientas para que pueda manejarla. De esas herramientas es precisamente de lo que os quería hablar hoy.
- Aprender a respirar: Es uno de los primeros consejos que Chardin le da Arielle y me llamó la atención que se mencionasen las instrucciones de como tal porque de hecho es una de las primeras cosas que se aprenden en consulta. Respirar nos ayuda a ser más conscientes de nuestro propio cuerpo y controlar nuestra activación emocional.
- Concentrarse: En el caso de Arielle debe concentrarse para canalizar la energía hacia dónde es necesaria para mover los objetos que necesita. En la ansiedad eso podría equipararse a organizarse para hacer todas las cosas que te rondan por la cabeza, siendo consciente del tiempo del que dispones y de tus propias capacidades para lograrlo. Es una forma de “canalizar” esa inquietud general.
- Tener presente las cosas que te hacen feliz: Esto es muy importante para sobrellevar los momentos de malestar emocional. Centrarse en algo que nos hace sentir bien no va hacer que el malestar desaparezca sin más, pero puede ayudarnos a ver que aprender a cuidarnos y trabajar para sentirnos mejor. Además de que da un descanso a nuestro cerebro que con la ansiedad suele estar activo de forma continua. En el caso de Arielle vemos que lo que más feliz le hace es pintar y estar con sus amigos.
- Aceptarse (“dejarse sentir”): Creo que una de las cosas más importantes que se puede aprender de esa novela. Creo que Arielle lo expresa de forma muy bonita, con ese “dejarse sentir” Parte de la lucha está en no evitar el posible malestar y aceptar que podemos tener días malos, no rendir lo que nos gustaría y tener que tomarnos un descanso cuando la ansiedad nos supera. Aceptarla es el primer paso para enfrentarnos a ella. En Arielle creo que se cambio se aprecia cuando comienza sus lecciones con Chardin.
- Perdonar (a uno mismo y los demás): Tiene que ver un poco con el punto anterior, pero creo que es importante destacarlo. Aprender a perdonarnos por sentirnos mal, por no rendir lo suficiente, por dar una mala contestación o simplemente por tener que tomarnos ese descanso. De igual modo, es importante entender que los demás pueden no saber cómo reaccionar cuando nos sentimos mal y quizá nos hagan daño, aunque sea sin mala intención. En el caso de Arielle sobre todo sucede con el personaje de su abuela.
Por todo esto creo que “Aunque llueva fuego” es una novela que puede enseñarnos mucho sobre salud mental, tanto de Arielle como de otros personajes. Agradezco desde aquí a Beatriz Esteban la labor que ha siempre con sus novelas de visibilizar la salud mental, aunque este no sea siempre el tema central.
¿Vosotros/as habéis leído “Aunque llueva fuego”? ¿Estáis de acuerdo con mi análisis o Arielle os ha enseñado algo que no aparece aquí? ¡Dejádmelo en comentarios!
¿Nos vemos en la próxima entrada?
Una nueva entrada muy interesante, este blog va cogiendo altura
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Estas reseñas me parecen muy interesantes.
Estoy deseando leer la novela pero desgraciadamente no sé si podré alguna vez, debido a que La Galera es una editorial excluyente que no hace sus publicaciones en formato digital, lo cual imposibilita a las personas con discapacidad visual la lectura de las mismas.
Como último recurso podría comprar un ejemplar y enviarlo a ONCE, para que lo hiciesen en formato audiolibro, y es una posibilidad que me estoy planteando muy enserio, porque me parece injusto que yo por el simple hecho de no ver tenga que quedarme sin leer este libro.
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Me alegro de que e guste la reseña, Enara.
TIenes toda la razón del mundo es muy injusto que no puedas leerlo. Espero que te animes a pedirlo a la ONCE.
Si puedo ayudar de algún modo a dar difusión a tu petición sólo dímelo 🙂
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Dale difusión cmo puedas, porfa. A mí la galera nunca me ha hecho caso. Y me he quejado miles de veces. Lo máximo que obtuve fue un «no hacemos ebooks porque se decidió así hace unos años».
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Me ha encantado la información sobre la ansiedad. Sobre el libro te comento en tu correo.Creo que puede ayudar mucha gente.
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