¡Hola a tod@s!
! Ya es viernes y El blog se estrena oficialmente! Hoy profundizaré en el libro “La flor del fuego” de Alba Quintas Garciandía ( Nocturna Ediciones, 2017).
. La novela se adentra en, el tiroteo que se produjo en el instituto Columbine de Estados Unidos el 20 de abril de 1999 en el que dos alumnos entraron en el instituto y cargaron contra sus compañeros y profesores armas en mano dejando 13 muertos y 24 heridos. En esta historia el acontecimiento se trata a través de la ficción y esta plagada de mensajes antiviolencia y otros temas muy necesarios que podrían dar mucho que hablar.
Yo voy a centrarme en los personajes (sobre todo en su protagonista) que como digo son ficticios, pero tal y como están tratados podrían haber sido reales. No puedo realizar el analisis sin revelar ciertos detalles importantes de la novela así que ¡cuidado con los spoilers! Si estás interesado en leer el libro, y no quieres que te lo estropee no sigas leyendo.
La primera parte de la novela refleja perfectamente el abanico de reacciones que pueden aparecer en las personas que sufren una situación de emergencia como puede ser este tiroteo. La más habitual es huir o esconderse, pero también hay quien se paraliza y quien tiene sangre fría y reacciona protegiendo a los heridos o dando la voz de auxilio (en las primeras páginas de la novela se ven varios ejemplos de todo esto) En momentos posteriores al shock inicial también es habitual que surja la llamada “culpa del superviviente” sensación de culpa por sentirse afortunados de haber sobrevivido cuando otros no y más si son seres queridos en este caso amigos o quedarse con la sensación de poder haber hecho más por salvarlos). Es una sensación que se refleja muy bien en fragmentos como el siguiente:
“Sí había tenido suerte. Suerte de que fueran sus compañeros y no ella quienes estaban enfrentándose a la muerte dentro del instituto. Porque ninguno de sus seis amigos estaba ahí fuera con ella. A eso se reducía su suerte. (…) Y ella ni siquiera se había llevado la peor parte cosa que en su interior agradecía y a la vez le hacía sentirse egoísta por esa secreta felicidad” (La flor del fuego, Alba Quintas Garciandía 2017)
Esto es lo más frecuente pero también es posible reaccionar como nadie esperaría, y eso también aparece en la novela Es el caso de John, que en lugar de huir o salvar a nadie camina tranquilamente en busca de sus compañeros asesinos.
¿Y John por qué reacciona así?

Es una pregunta que mantiene la intriga durante toda la historia, y que a mí me hizo pensar en el proceso psicológico que vive el personaje. Aunque la autora no se para a etiquetar todas esas sensaciones, la forma en que reacciona caminando tranquilamente, como ajeno al caos de los disparos, lleva a pensar que puede estar viviendo un proceso de disociación. Parece que John pierde contacto con la realidad porque no es capaz de afrontar emocionalmente algo así. Es cierto que habla e interactúa con los demás con cierta normalidad pero no es consciente del peligro o no parece que le afecte o no le importase sufrir daño (esto podría relacionarse con la despersonalización es tipo de proceso disociativo) Para entender el motivo tenemos que profundizar en su historia desde el principio.
¿Qué es lo que lleva a John a la disociación?
En la segunda parte de la historia John nos empieza a narrar como comenzó todo y eso nos permite conocerlo un poco mejor y apreciar las bases de la inestabilidad emocional que le lleva a ese estado disociativo en el momento de el tiroteo. Estas son:
- Sensaciones de tristeza y ansiedad.
- Dificultades para establecer relaciones de amistad. Tiene amigos (Kit, Noel y Tony), pero se aprecia que le cuesta sentirse parte del grupo y establecer relaciones de confianza con ellos (atreverse a hablar a solas con Kit para tratar de entablar verdadera amistad le cuesta varios meses y él mismo refiere que no llega a ser una relación tan profunda como a él le gustaría)
- Dificultad para expresar sus sentimientos a los demás (tanto a Kit como a Emily la chica que le gusta). Aunque en esto también influye que Kit y Emily tienen sus propios problemas y no se lo facilitan demasiado.
- Abuso del alcohol: Recurre a esto en un momento dado para afrontar todas las dificultades.
- Realiza conductas impulsivas de tipo sexual (refiriendo de hecho que así deja de ser el mismo y se siente bien o que intentaba ser otra persona por miedo a ser el mismo).

En este estado de inestabilidad emocional se enfrenta a sus amigos, que terminan alejándose de él y para evitar sentirse solo empieza a relacionarse más con Chad y Landis (que en la ficción representan a Eric y Dylan los autores del tiroteo). Desde entonces se aprecia en el relato confusión, miedo y negación ante los indicios de que esos chicos planeaban algo tan peligroso. Y cuando los indicios se confirman (uno de ellos le llama para avisarle de lo que harán al día siguiente previniéndole para que no vaya a clase) a esta inestabilidad emocional se une un sentimiento de culpabilidad que apenas le permite reaccionar y termina entrando en un estado de disociación hasta que a la mañana siguiente acude al encuentro de los asesinos para demostrar que no huye.
En el caso de John este estado disociativo apenas dura un par de horas, pero podría llegar a durar hasta 3 días. Como dije más arriba esta es una reacción menos habitual, pero es una posibilidad natural cuando una situación nos supera emocionalmente. (no se considera trastorno). Un mes después del acontecimiento traumático los afectados pueden desarrollar lo que en el psicología se denomina trastorno de estrés postraumático (TEPT) y puede incluir o no respuestas disociativas. En la novela John también nos refleja otros síntomas.
Hasta ahora hemos hablado de lo que sucede en el momento del tiroteo, pero la novela comienza cuando ya han pasado tres años desde entonces y John regresa al instituto para hacer frente a los recuerdos. En este fragmento se refleja exactamente un fenómeno muy característico del TEPT, la reexperimentación (la sensación de revivir lo sucedido, no recordar, sino sentir que vuelve a suceder) en este caso , se refleja como vuelve a “ver” imágenes de lo que vio en su día durante el tiroteo. Es muy habitual experimentar esto cuando se regresa al lugar del suceso traumático, así como evitar el lugar o tener pesadillas sobre lo sucedido. Todo esto se consideran reacciones normales ante una situación anormal solo plantea la posibilidad de que exista un trastorno si estas reacciones se mantienen un mes después del suceso.
Como digo, “La flor del fuego” es un libro que abarca muchos temas y puede dar mucho que hablar, pero yo destaco la riqueza de los personajes como John que refleja de forma tan magistral lo que se puede sentir en un momento así. Sé que él (al igual que sus amigos) es ficción, pero podría haber sido real. Muy real. Creo que esa es una de las mejores cosas de la novela.
Q guay Cris… estás fantástica..viva mi sobrina!!!
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